sábado, 19 de abril de 2014

Tu no decides dónde nacer, solo naces dónde debes nacer.

A veces no comprendes la razón por la cual estas en este mundo, cuál es el propósito de esta vida fugaz y sin sentido.
A partir de esto, todas las personas de este mundo le han buscado una respuesta a esta constante y perturbadora cuestión, así fue que nació la religión, que en un principio busca la respuesta pero que con el paso del tiempo pasa de una guía a un tormento, el cual te intimida, te limita en ti mismo y en los pensamientos de una persona que no sabes quién es.
Algunos dicen que somos lo que somos producto de un azar evolutivo, otros creen que fuimos creados por un dios bondadoso a su imagen y semejanza; que nos deformamos y nos convertimos en estos monstruos buscadores de poder y riquezas para vivir mejor de lo que lo hacen muchos  por culpa de un servidor pervertido del “creador”.
En un momento de desesperación intentas buscar respuestas, pero nadie te las da. Todos estamos en este mundo producto de la irresponsabilidad de los que nos crean,  nos dan la vida si siquiera habérsela pedido. Pero que al final la disfrutamos de alguna manera…
Ya que no hay solución a este dilema que poco a poco me atormenta y me tiene a pocos metros de la profunda fosa del delirio. Prefiero creer en algo que me dé esperanzas, ese algo es Jesús que murió por mí y por ti para darnos la salvación.
                                                                                                 

Luis Felipe Barreto Araujo

miércoles, 29 de enero de 2014

¿Qué fue lo que pasó?

Estoy perturbado, al borde del delirio, los hechos sucedidos hace unas horas me tiene aturdido, preocupado... Me siento impotente ante estas acciones que me atormentan.
Esta mañana me desperté a las tres de la madrugada por culpa de la crisis económica, decidí salir en mi coche pasado de moda por toda la cuidad, buscando despejar mi mente, relajarme.Después de cierto tiempo manejando sin dirección, empiezo a salir de la ciudad y el verde empieza a primar en el paisaje. A las cinco y veinte el sol se empezaba a insinuar por el oriente, cuando de pronto un grito me saca de mi mismo, el grito empezaba a ser más y más intenso, era una voz gruesa que venía del bosque. Abrumado por los hechos , freno en seco y me estaciono al lado de la carretera. Empiezo a adentrarme en el bosque con cierto sigilo. La escena no puede ser más siniestra, había un hombre en estado crítico amarrado con unas fuertes cadenas a un bloque de hormigón y una evidente herida en el brazo izquierdo, la sangre corría a gran velocidad. De un momento a otro, este hombre me mira, esos ojos estaban llenos de odio, de rencor...una voz distante sale de esa boca "tu eres el culpable !maldito seas¡"  y cayó al suelo inundado de hojarasca y perdió el conocimiento.
¿Yo el culpable? Pero, solo estaba escapando de mi realidad.  
                                                                     Luis Felipe Barreto.



viernes, 24 de enero de 2014

El viaje más largo

                           El viaje más largo.

Estaba en clase de ingles buscando una forma de escapar del aula sin salir de ella, lo encontré ahora estoy en chapinero, rosándome con los transeúntes que se dirigen a sus trabajos o universidades.  Yo camino sin un destino concreto, entro a las librerías y observo títulos de autores desconocidos, miro las palomas que se revolotean por todo el parque Lourdes y quedo paralizado observando  la imponente estructura en obra de la catedral. Un impulso irracional me obliga a entrar. Después de varios intentos estoy adentro, el paisaje es siniestro, el viento frío penetra mi piel como finas agujas.
El timbre me devuelve a la clase, logré escapar del aburrimiento, el día continúa.
                                                                                                                       Luis Felipe Barreto.